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Cómo la TV ha dejado atrás su función de entretenimiento y se ha convertido en una herramienta de publicidad

La industria de los televisores está viviendo una transformación sin precedentes. Lo que solía ser un mercado centrado en vender la mayor cantidad posible de dispositivos, hoy se ha convertido en un campo fértil para la publicidad y la monetización de datos. Marcas como LG, Samsung, Roku y Vizio han identificado una nueva fuente de ingresos recurrentes en sus sistemas operativos, que ahora no solo muestran contenido, sino que también permiten a las empresas rastrear las preferencias de los usuarios y bombardearlos con anuncios personalizados.

En el pasado, el éxito en la industria de los televisores se medía por la cantidad de dispositivos vendidos. Sin embargo, con la llegada de Smart TVs y la caída de los márgenes de hardware, los fabricantes han tenido que reinventar su modelo de negocio. El software de los televisores, que ahora viene cargado con anuncios, ha emergido como la nueva mina de oro.

Los sistemas operativos de estos televisores, como el webOS de LG o el Tizen de Samsung, permiten a las empresas mostrar anuncios desde el momento en que el usuario enciende el dispositivo. Además, estos sistemas están diseñados para recopilar datos sobre los hábitos de visualización de los usuarios, lo que permite a los anunciantes dirigir sus mensajes de manera más efectiva. De hecho, se estima que los ingresos por publicidad en Smart TVs crecerán un 20% para alcanzar los 46.000 millones de dólares en 2025.

La tecnología de ACR y su impacto en la privacidad

En el centro de este modelo de negocio se encuentra la tecnología 'Automatic Content Recognition' (ACR). Esta tecnología permite a los fabricantes de televisores trackear qué programas y anuncios ven los usuarios, si están viendo contenido en streaming, por cable, o incluso a través de un DVD. Aunque en teoría los usuarios pueden optar por desactivar esta función, en la práctica, la opción suele estar oculta en menús complicados y poco accesibles.

El uso de ACR ha suscitado preocupaciones sobre la privacidad. La recopilación de datos en tiempo real plantea serias preguntas sobre hasta qué punto las Smart TVs están "espiando" a sus usuarios. Ya se ha dado casos donde empresas como Vizio han utilizado esta tecnología sin el consentimiento explícito de los usuarios, lo que ha resultado en sanciones legales y un mayor escrutinio sobre las prácticas de recopilación de datos.

El auge de los anuncios interactivos

Una de las innovaciones más destacadas en este nuevo ecosistema es el surgimiento de "shoppable ads". Servicios de streaming como Hulu ya han comenzado a implementar este tipo de publicidad, que permite a los espectadores realizar compras directamente desde sus televisores. Amazon y Roku están entre los líderes en esta tendencia, desarrollando tecnologías que permiten a los usuarios interactuar con anuncios, realizar compras a través de códigos QR o incluso utilizar su control remoto para navegar por productos y servicios.

Según informa ArsTechnica, esta tendencia ha generado un cambio significativo en la manera en que los usuarios interactúan con sus televisores. Los anuncios, que antes eran simplemente pasivos, ahora son parte de una experiencia de compra integrada. Las empresas de tecnología están colaborando con grandes retailers como Walgreens y Best Buy para personalizar aún más estos anuncios, basándose en los historiales de compra y los datos de visualización.

Televisores gratuitos: Un experimento arriesgado

Empresas como Telly están llevando el modelo de negocio basado en anuncios y datos a un nuevo extremo. Telly ofrece televisores gratuitos, pero a cambio, los usuarios deben aceptar un seguimiento exhaustivo de sus actividades. Estos televisores vienen equipados con una pantalla secundaria que muestra anuncios incluso cuando el televisor está apagado. Además, los usuarios deben responder a un extenso cuestionario sobre sus hábitos de consumo, y cualquier intento de bloquear el rastreo podría resultar en un cargo por el dispositivo.

Este modelo de negocio, aunque aún es una rareza, podría ser un indicio de hacia dónde se dirige la industria. La propuesta de Telly está diseñada para atraer a anunciantes que desean un acceso sin precedentes a los datos de los consumidores. Sin embargo, la aceptación de este tipo de dispositivos plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y el control del usuario sobre su propio entorno doméstico.

Un futuro incierto

El panorama actual de la industria de los televisores presenta un dilema para los consumidores. Con la mayoría de Smart TVsintegrando algún tipo de tracking y publicidad, las opciones para aquellos que desean evitar estos intrusivos sistemas se están reduciendo. Los televisores que no se conectan a Internet, están prácticamente extintos, lo que deja a los consumidores con pocas alternativas si desean escapar de la publicidad constante y la vigilancia.

Algunos consumidores han comenzado a buscar soluciones alternativas, como desconectar sus Smart TVs de Internet o buscar formas de bloquear los anuncios y el tracking mediante configuraciones avanzadas. Sin embargo, estas opciones son a menudo complicadas y no están al alcance de todos.

Mientras tanto, la industria sigue avanzando en su camino hacia una mayor "ad-ificaiton". Los fabricantes están cada vez más centrados en aumentar las horas de visualización de sus sistemas operativos, con el fin de generar más ingresos por publicidad. Este enfoque podría llevar a un estancamiento en el desarrollo de características tradicionales, como la calidad de imagen y sonido, a medida que las empresas priorizan la monetización del tiempo de visualización sobre la mejora de la experiencia del usuario.

Para los consumidores, el desafío es claro: navegar en un mercado cada vez más dominado por la publicidad, el tracking y tomar decisiones informadas sobre qué tipo de televisor desean en sus hogares. La pregunta que queda es si el "ad-ificaiton" de los televisores continuará su ascenso imparable o si los consumidores finalmente dirán "basta" y exigirán dispositivos que respeten más su privacidad y preferencias. Lo único cierto es que la televisión, tal como la conocemos, ha cambiado para siempre, y la batalla por el control del salón de nuestras casas apenas comienza.