La inteligencia artificial impulsa la lucha contra el Ad-Fraud digital

En el mundo de la publicidad digital, el Ad-Fraud’ o fraude publicitario sigue siendo uno de los mayores desafíos para la industria. En 2023, aproximadamente una cuarta parte de la inversión publicitaria se desvió hacia prácticas fraudulentas, lo que se traduce en miles de millones de dólares perdidos para anunciantes y empresas. La creciente sofisticación de los estafadores, impulsada por la inteligencia artificial, ha hecho que el fraude sea más difícil de detectar y, a su vez, más costoso. Sin embargo, la misma tecnología que alimenta estos fraudes está ahora en manos de las marcas y agencias para combatir esta amenaza.

El fraude publicitario continúa siendo un desafío significativo para la industria. Según los datos que aporta PerformanceMarketingWorld, se prevé que el volumen del fraude aumente de 84.000 millones de dólares en 2023 a los 172.000 millones de dólares para 2028.

La reciente operación "Konfety", un caso de fraude a gran escala, es un ejemplo del nivel de complejidad que ha alcanzado el Ad-Fraud. Según Nick Reid, VP Senior y CEO de DoubleVerify, los estafadores utilizan la IA para generar datos falsos que imitan el comportamiento humano, lo que dificulta la identificación de las actividades fraudulentas. Estos algoritmos falsos son capaces de aprender y adaptarse, volviéndose cada vez más evasivos. "El Ad-Fraud es un problema grave que está en constante evolución, y la IA lo está impulsando a nuevas alturas", afirmó Reid.

El impacto de este tipo de fraude ha sido especialmente notable en entornos de streaming, como CTV y el audio digital, donde se han detectado estas sofisticadas estafas. Además, se ha extendido el uso de webs y apps fraudulentas que publican reseñas falsas para atraer a los anunciantes y generar ingresos de forma ilícita.

La IA como arma de doble filo

Aunque la IA ha facilitado el camino para los estafadores, también ofrece a los anunciantes y publishers las mejores herramientas para combatir el fraude. Los algoritmos avanzados son capaces de procesar grandes volúmenes de data en tiempo real, identificando tendencias a gran escala o sutiles patrones de comportamiento que se alinean con la actividad de bots. Esta capacidad de análisis supera en eficiencia a la intervención humana, lo que permite que las campañas publicitarias se optimicen de manera automática.

Los anunciantes que ya han implementado soluciones basadas en IA han visto mejoras notables en sus resultados. Estos sistemas permiten identificar impresiones fraudulentas y proteger la inversión de las marcas. Además, las plataformas pueden personalizar los anuncios basándose en una variedad de KPIs, como brand safety, viewability, frecuencia y presupuesto, asegurando que las campañas se ejecuten de forma más efectiva y eficiente.

A medida que el fraude sigue creciendo, se espera que la inversión en soluciones basadas en IA también aumente. Solo con herramientas avanzadas, los anunciantes pueden proteger sus inversiones y mantener el ecosistema publicitario limpio de players fraudulentos. Sin embargo, la industria debe tener en cuenta el papel dual que juega la IA: si bien puede hacer que el fraude sea más sofisticado, también proporciona las soluciones necesarias para detenerlo.

La clave para el futuro será la adopción generalizada de estas herramientas de protección impulsadas por IA, que permitirán a los anunciantes no sólo defenderse del fraude, sino también mejorar la eficacia de sus campañas. Con la evolución de la IA, los anunciantes pueden optimizar sus estrategias publicitarias sin comprometer la transparencia y performance.

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