Google, contra las cuerdas: el DOJ no cede y sigue exigiendo la venta de Chrome

El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) sigue presionando para dividir parte del negocio de Google, en un intento por reducir su dominio en el mercado Search. En su última propuesta de resolución judicial, presentada el 7 de marzo de 2025, el organismo mantiene su exigencia de que Google venda su navegador Chrome y prohíba los acuerdos que garantizan su motor de búsqueda como predeterminado en dispositivos y navegadores.

La medida llega después de que el juez Amit P. Mehta dictaminara en agosto de 2024 que Google violó la legislación antimonopolio con tácticas que limitaban la competencia en el sector Search. Esta decisión marcó un hito en la batalla legal contra la Big Tech que ahora asume importantes restricciones en su modelo de negocio.

El DOJ insiste en la venta de Chrome para fomentar la competencia

Uno de los puntos más críticos de la resolución judicial es la obligación de que Google se desprenda de Chrome, el navegador con la mayor cuota de mercado global. Según el DOJ, esta acción es necesaria para crear un entorno más competitivo en las búsquedas en Internet. "Google debe deshacerse del navegador Chrome, un punto de acceso clave para la búsqueda en Internet, para proporcionar una oportunidad real a un nuevo competidor que pueda operar sin el control monopólico de Google", señala la propuesta judicial.

Esta exigencia responde a la preocupación de que Google utiliza Chrome para reforzar su dominio en Search, ya que el navegador está diseñado para favorecer su propio motor de búsqueda y dificultar la competencia de otros proveedores como Bing (Microsoft), DuckDuckGo o Brave. Además de esta desinversión, el DOJ ha ordenado que Google ponga fin a los acuerdos con fabricantes de dispositivos y navegadores, como Apple, Samsung y Mozilla, que garantizan su posición como el buscador predeterminado. Durante el juicio, se reveló que Google destinó más de 26.000 millones de dólares en 2021 a estos acuerdos, lo que, según el DOJ, ha creado barreras infranqueables para los competidores.

La propuesta de resolución establece que Google no podrá pagar a Apple para ser el buscador por defecto en dispositivos iPhone o en funciones como Siri y Spotlight, evitando que continúe monopolizando el tráfico de búsqueda en el sistema de Apple.

El DOJ suaviza su postura sobre las inversiones en inteligencia artificial

Mientras mantiene sus esfuerzos en limitar el dominio de Google en Search, el DOJ ha decidido suavizar sus restricciones sobre las inversiones de la compañía en inteligencia artificial (IA).

En la versión inicial de la resolución, el DOJ contemplaba la desinversión obligatoria de las participaciones de Google en startups de IA, como su inversión de 3.000 millones de dólares en Anthropic, rival de OpenAI. La preocupación radicaba en que Google podía utilizar su poder financiero para consolidar su monopolio en el sector de la IA, impidiendo el crecimiento de otros players.

Sin embargo, en la nueva propuesta, el DOJ ha optado por permitir que Google mantenga estas inversiones, con la condición de que notifique previamente cualquier nueva adquisición o participación en empresas del sector. "Prohibir a Google poseer o adquirir participaciones en empresas de IA podría tener consecuencias no deseadas en la competencia", señala la resolución, en la que el DOJ también expresa su inquietud sobre la capacidad de Google para usar su capital y reforzar su influencia en el mercado emergente de IA.

Este cambio en la postura del DOJ responde, en parte, a la realidad del mercado, donde competidores como Microsoft han invertido más de 14.000 millones de dólares en OpenAI. La agencia considera que bloquear las inversiones de Google sin tomar medidas similares contra otros gigantes tecnológicos podría generar desequilibrios competitivos.

Implicaciones para el mercado y próximos pasos

Google ha anunciado que apelará la decisión judicial, argumentando que su modelo de negocio beneficia a los consumidores y que las medidas del DOJ podrían afectar la innovación y la experiencia del usuario. El juez Mehta establecerá nuevas sesiones en marzo de 2025 para definir los detalles de la resolución y determinar cómo deberá Google modificar sus prácticas comerciales. Mientras tanto, la Big Tech sigue defendiendo su posición y buscando alternativas para evitar una reestructuración forzada.

Paralelamente, Google también enfrenta otro juicio antimonopolio, en el que el DOJ busca fragmentar su negocio AdTech. En este caso, el objetivo es forzar la venta de partes de su infraestructura de anuncios digitales, incluyendo Google Ad Manager y AdX. Se espera que el juez Leonie Brinkema emita un fallo en las próximas semanas, lo que podría marcar un segundo golpe regulatorio para la compañía. Las medidas del DOJ reflejan un intento de frenar el dominio de Google en múltiples frentes, desde las búsquedas en Internet hasta la publicidad digital y la inteligencia artificial. A medida que las regulaciones antimonopolio se endurecen, la industria tecnológica enfrenta un panorama de creciente escrutinio, que podría cambiar el equilibrio de poder en el ecosistema digital.

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