La voz, nueva (vieja) protagonista
De un tiempo a esta parte estamos viendo cómo la voz vuelve a cobrar protagonismo. Y no sólo lo decimos por la increíble campaña en redes que está llevando a cabo Clubhouse (donde, todo sea dicho, nos puedes encontrar los lunes a las 19:00), sino por las ingentes cantidades de tiempo y dinero que los grandes players del streaming en general están invirtiendo en meternos por los oídos toda suerte de plataformas de podcasts. Supongo que algún lector avezado (y viejuno como yo) aún recuerda cuando todo esto se podía conseguir igualmente enlazando RSS, pero claro, aquél sistema aparte de no llevar un buen modelo de negocio asociado le acababa dando el poder del contenido al agregador de turno, lo que daba poca posibilidad al contenido de destacar.
El poder para el creador de contenidos
La gran diferencia entre aquella tecnología del siglo XX y lo que vemos ahora es que la plataforma pierde poder más allá de la agregación, y es el contenido lo que mueve la audiencia, un movimiento que en redes sociales ha llevado al sangriento (no literal) movimiento de Facebook en Australia, en el que incluso el gobierno ha tenido que mediar para devolver las aguas a su cauce. En este algo convulso y saturado ecosistema, la voz ha pasado a ser el nuevo maná, y a falta de grandes players dominando el mercado, podemos ver interesantes movimientos de codos para hacerse hueco, con iHeartMedia comprando en los últimos días Triton Digital, una empresa de tecnología de audio donde lo jugoso está en su marketplace programático.
El negocio del billón (americano) de dólares
Las cifras alrededor de esta compra (230 Millones de dólares) pueden parecer elevadas, pero hablamos de un mercado, el de la publicidad digital de audio, que este año se prevé alcance en Estados Unidos el billón (o millardo) de dólares, y donde la programática, aunque va ganando peso, todavía está en la línea de salida (el año pasado apenas alcanzó el 4% del total mercado).
La buena noticia es que ya conocemos cómo la disrupción en un negocio tan tradicional puede coger tracción y escala de manera rápida, y el audio digital es el campo de juego perfecto para la programática, con mucha audiencia “glocal” y mucha data de valor detrás gracias a la verticalización del contenido y la contextualización del mismo. Una oportunidad que aunque tarde en llegar por estas tierras seguro que acabará llegando con fuerza, ya que se dan todas las premisas necesarias para ello: consumo creciente de audio entre usuarios cada vez más jóvenes y contenidos de mayor valor y verticalizados, caldo de cultivo perfecto para la cualificación de audiencias.