Qué es el ‘Dark Traffic’ y cómo afecta a los publishers

En la última década, el adblocking se convirtió en un gran problema para los publishers de medios digitales. A pesar de que las soluciones como los "Acceptable Ads" y los adblock walls han mitigado parte del impacto, una nueva amenaza ha surgido silenciosamente: el "Dark Traffic". Este tipo de tráfico, invisible para las herramientas de análisis convencionales, podría estar costando a los publishers entre un 14% y un 21% de sus ingresos publicitarios.

El dark traffic se refiere a aquellos usuarios que acceden a las webs de los publishers utilizando una nueva generación de adblocks, conocidos como "brutal adblockers". Estos bloqueadores, a diferencia de las herramientas tradicionales como AdBlock y Adblock Plus, no solo impiden la aparición de anuncios, sino que también bloquean las herramientas que los publishers utilizan para medir y monetizar su tráfico, como los sistemas de analítica, los muros y los banners de cookies. Esto deja a los publishers con una gran parte de su audiencia sin medir y, lo que es más grave, sin poder monetizar.

A nivel global, se estima que más de 700 millones de personas utilizan brutal adblockers, una cifra que ha crecido considerablemente desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Este software ya no se limita solo a extensiones de navegador, sino que ahora está disponible como parte de sistemas operativos, apps de VPN y otros productos que bloquean los anuncios en networks. La expansión de estas herramientas ha fragmentado aún más el mercado adblocking, con múltiples empresas compitiendo por ofrecer soluciones más agresivas para los usuarios que buscan evitar la publicidad de manera más radical.

La creciente popularidad de los brutal adblockers ha provocado que las soluciones tradicionales de monetización digital, como los "Acceptable Ads" y los muros de anuncios, sean menos efectivas. En 2015, AdBlock y Adblock Plus dominaban el mercado, representando más del 80% de las páginas vistas con adblocks. Sin embargo, hoy en día su participación ha disminuido un 25-30%, dejando el campo abierto para los brutal adblockers, que bloquean todo tipo de anuncios y herramientas de análisis.

Este cambio ha hecho que los publishers pierdan el control sobre una parte importante de su audiencia. Según los últimos estudios, sólo están midiendo entre el 20% y el 30% del tráfico generado por los usuarios que bloquean anuncios. El otro 70% permanece oculto, lo que representa una pérdida considerable de ingresos publicitarios. Además, muchos de estos usuarios no son bots o visitantes irrelevantes; se trata de personas reales, con altos ingresos disponibles, que compran productos y servicios online, lo que hace aún más valiosa su monetización.

¿Cómo combatir el dark traffic?

Para plantar cara a este problema, los publishers deben replantearse su relación con los usuarios que utilizan brutal adblockers. La solución más lógica sería restaurar la capacidad de mostrar anuncios a estos usuarios mediante la implementación de tecnologías de entrega de anuncios que sean resistentes al bloqueo. Esto permitiría a los publishers reintroducir anuncios que respeten las preferencias de los usuarios, pero que sean difíciles de bloquear.

Al igual que los "Acceptable Ads" lograron un compromiso con los adblockers tradicionales, los publishers deben encontrar formas de ofrecer anuncios no intrusivos y centrados en el usuario a aquellos que utilizan brutal adblockers. Estudios realizados por la empresa ‘eyeo’, creadores de AdBlock y Adblock Plus, han demostrado que los usuarios no tienen una preferencia binaria entre ver o no ver anuncios. Muchos están dispuestos a aceptar anuncios que no interfieran con su experiencia de navegación, siempre que se respeten sus preferencias.

Los publishers que logren adaptar sus estrategias y ofrecer una experiencia publicitaria controlada, transparente y respetuosa con los usuarios, podrán recuperar una parte significativa de los ingresos perdidos por el dark traffic. Sin embargo, esto requiere un cambio fundamental en la forma en que los publishers contemplan a los adblocks y la monetización de su contenido.

Un nuevo reto para los publishers

Según Admonsters, el auge de los brutal adblockers no solo plantea un reto de monetización, sino también de confianza. Los publishers deben encontrar un equilibrio entre ofrecer una experiencia de usuario satisfactoria y proteger su modelo de negocio. Al mismo tiempo, deben asegurarse de que las herramientas que utilicen para combatir el dark traffic no comprometan la confianza del usuario, ya que cualquier violación percibida de la privacidad podría tener consecuencias negativas a largo plazo.

El dark traffic está generando importantes pérdidas para los publishers, pero también representa una oportunidad. Aquellos que sepan cómo adaptarse a este nuevo entorno y restaurar la monetización de su audiencia oculta podrán mejorar significativamente sus ingresos y fortalecer su posición en el competitivo mundo de los medios digitales. Sin embargo, será necesario un enfoque innovador y respetuoso con los usuarios para superar los desafíos que plantean los brutal adblockers.

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