‘Cómo traducir el valor emocional de una agencia en precio de venta’, por Daniel Casal

Cada emprendedor percibe su agencia como una extensión de sí mismo, una obra maestra creada a lo largo de años de esfuerzo, pasión y dedicación. Sin embargo, cuando estos emprendedores toman la complicada decisión de vender su agencia, se enfrentan a un dilema complejo y, a menudo, infranqueable: la diferencia entre el valor percibido y el precio real que el mercado está dispuesto a pagar.

Diversas escuelas teóricas, tanto en economía como en psicología, han abordado esta relación entre valor y precio, cada una proponiendo enfoques y perspectivas distintas. No obstante, en mis conversaciones con fundadores de empresas, he observado una tendencia clara: para el vendedor, el valor de su agencia suele ser percibido como  significativamente mayor que el precio que el mercado ofrece. Esto se debe a que, para el vendedor, el valor no se limita a una cifra económica calculada a partir de  múltiplos financieros, sino que incorpora elementos intangibles como el esfuerzo personal invertido, la pasión por el trabajo o el posicionamiento estratégico de la  agencia en el mercado, entre otros factores. 

Desde el punto de vista del comprador, el enfoque es mucho más pragmático y se centra en trasladar ese valor emocional en cifras concretas, a través de crecimiento y rentabilidad. Para ellos, los métodos de valoración más adecuados suelen ser aquellos basados en múltiplos financieros, como el EBITDA o las ventas. Estos múltiplos  permiten establecer un precio que refleje tanto el estado actual de la agencia como su potencial de rendimiento futuro. Sin embargo, en algunas circunstancias, los  compradores pueden optar por otros enfoques, como el método de descuento de flujos de caja (DCF), que calcula el valor presente de los flujos de caja futuros.

Este  enfoque es particularmente útil para agencias con ingresos recurrentes y estables, ya que permite estimar no solo el rendimiento pasado, sino también el potencial futuro, ajustando el precio en función de los riesgos y oportunidades proyectadas. El análisis financiero que realiza un comprador es exhaustivo. Incluye la evaluación del EBITDA como indicador clave de la rentabilidad operativa, las proyecciones de crecimiento a corto y medio plazo, y el periodo de payback o amortización, que le permite determinar el tiempo necesario para recuperar la inversión inicial a través de los flujos de caja generados por la agencia. Este punto es crítico, ya que cualquier operación que implique un periodo de retorno excesivamente largo aumenta el riesgo percibido por el comprador. 

Además de los indicadores financieros, el comprador también evaluará la solidez del modelo de negocio, la diversificación de las fuentes de ingresos o la reputación de la agencia en el mercado entre muchos otros factores. En algunos casos, lo que se busca no es solo el rendimiento financiero inmediato, sino también el valor estratégico que la adquisición puede ofrecer. Una agencia con una presencia consolidada en un nicho específico o en una región geográfica clave puede ser vista como una pieza estratégica para expandir operaciones o acceder a mercados donde el comprador aún no tiene presencia. Este valor estratégico puede ser incluso más relevante que los indicadores financieros, pues permite al comprador diversificar su portafolio de servicios o entrar en mercados emergentes con mayor facilidad. 

Por ejemplo, la reciente adquisición de la agencia Garaje de ideas por parte de una firma multinacional francesa EDG ha sido un claro ejemplo de cómo el valor  estratégico puede influir en el precio de compra. Aunque la valoración se basó en un múltiplo de EBITDA (no hay datos oficiales del múltiplo pero pensamos que más de x10), lo que realmente impulsó el precio fue la capacidad de la agencia para expandir las operaciones digitales del comprador a nuevas áreas geográficas y a su crecimiento  constante durante los últimos años con cifras superiores al 40%. Además, su sólida reputación en el mercado ha permitió al comprador acceder a nuevas oportunidades  de crecimiento. 

En este proceso de negociación y análisis, la intervención de un agente especializado en fusiones y adquisiciones ha sido un factor decisivo. Estos intermediarios no solo facilitan la negociación entre comprador y vendedor, sino que también aportan una visión objetiva basada en datos del mercado y comparaciones con transacciones  similares, sabiendo trasladar esos elementos emocionales al precio de la operación. Su experiencia permite mitigar los riesgos percibidos por ambas partes y garantizar que la transacción se cierre de manera satisfactoria. 

Por otro lado, en muchas adquisiciones, los compradores optan por retener a los fundadores de la agencia como consultores clave o directores durante un periodo de  transición. Este tipo de acuerdo, conocido como earn-out, asegura que el vendedor esté alineado con los objetivos de crecimiento de la agencia, ya que su compensación está vinculada al desempeño futuro del negocio. Al mantener la experiencia y el conocimiento del fundador en la empresa durante la etapa posterior a la adquisición, los compradores pueden proteger su inversión y asegurar una transición fluida. La diferencia entre valor y precio es un dilema que exige tanto un enfoque cuantitativo riguroso como una comprensión profunda de los aspectos emocionales y estratégicos que definen el verdadero valor de una agencia.

Para que una operación de compra-venta sea exitosa, es fundamental que el vendedor sea capaz de traducir estos intangibles en cifras concretas y que el comprador reconozca el valor potencial más allá de los simples múltiplos financieros. La combinación de análisis técnico, previsión de riesgos y la mediación de expertos en fusiones y adquisiciones es clave para alcanzar un acuerdo que refleje de manera justa el valor y el precio de la agencia en el mercado. 

¿Qué recomendaciones daría tanto al comprador como al vendedor? 

Para el vendedor

  1. Destaca los intangibles: Asegúrate de que los aspectos emocionales y estratégicos como la reputación, el posicionamiento en el mercado y las relaciones clave con  clientes o socios estén bien documentados. Estos intangibles son difíciles de cuantificar, pero pueden ser factores cruciales para elevar el valor percibido de la agencia.

  2. Demostrar el potencial de crecimiento: No te limites a mostrar cifras históricas. Enfócate también en proyectar cómo la agencia puede seguir creciendo en los  próximos años, basándote en tendencias del mercado, oportunidades geográficas o innovaciones en la oferta de servicios. Los compradores valoran las agencias que  pueden continuar expandiéndose.

  3. Sé flexible con la estructura de pago: Estate abierto a opciones como el earn out que pueden ayudar a mitigar las diferencias entre el valor percibido y el precio  ofrecido. Aceptar parte del pago basado en el rendimiento futuro también demuestra tu confianza en la capacidad de la agencia para continuar con su éxito después de la  venta. 

  4. Prepárate para una due diligence rigurosa: Asegúrate de tener todas las finanzas en orden y bien estructuradas y documentadas. Un proceso de due diligence exhaustivo es estándar en estas transacciones y estar preparado evitará sorpresas que puedan reducir el valor final. 

Para el comprador

  1. Reconoce los elementos intangibles: Aunque el análisis financiero es clave, considera el valor de la cultura organizacional, el capital humano y las relaciones  estratégicas que la agencia ha construido. Estos activos pueden no estar reflejados en los múltiplos financieros, pero son cruciales para la sostenibilidad del negocio a largo plazo. 

  2. Apuesta por el potencial estratégico: No solo mires los números actuales, sino cómo la adquisición puede potenciar tus operaciones existentes. Si la agencia puede abrirte puertas a nuevos mercados o fortalecer tus capacidades en áreas clave (como la tecnología o el marketing digital), puede ser una compra estratégica que agregue valor más allá del rendimiento financiero inmediato. 

  3. Evalúa los riesgos de integración: Aunque el valor estratégico y financiero esté claro, la integración post-adquisición es uno de los mayores retos en cualquier operación. Ten un plan claro para integrar la cultura de la agencia adquirida en la tuya y asegúrate de contar con los líderes adecuados para gestionar este proceso.

  4. Alinea incentivos a través del earn-out: Considera estructuras de pago como el earn-out para alinear los intereses del vendedor y del comprador. Esto puede ayudar a garantizar que los objetivos de crecimiento se cumplan y que la transición sea fluida, beneficiando a ambas partes.

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