'Las marcas tienen perdón instantáneo', por Sebastián Sánchez (Manifiesto)
En esta era donde nos sobrepasa la cantidad de productos y marcas en el mercado es difícil lograr la fidelidad del consumidor. Vas al supermercado y encuentras cualquier cantidad de marcas para un mismo producto. Si bien es cierto que tenemos nuestras favoritas siempre presentes, nos vemos constantemente atraídos por promociones y precios que nos llevan a elegir la opción más eficiente; teniendo en cuenta que el resultado será casi el mismo. Y es que somos fieles al producto, no a la marca.
Por poner un ejemplo: el agua con gas. A menos que quieras una Vichy que su sabor es completamente diferencial, el resto de marcas nadarán en el mismo océano en los lineales del mercado. Claro, siempre soñarás con las burbujas de una San Peregrino o de una buena y fría Perrier, pero luego te encuentras con la nueva del Mercadona que está a mejor precio y en pack + 3, por lo que el lujo que te dan las otras lo aplazas.
El resultado de las marcas se gana por la experiencia. La experiencia es lo único que te puede hacer diferente. El buen uso del I+D es una buena fórmula para obtener buenos resultados. Marcas como Patagonia lo demuestran, hablándole a un grupo claro que ama la naturaleza y está en contra del consumir por consumir. No tendría sentido que una marca que promueve el cuidado del planeta, para poder disfrutar de él, estuviera haciendo productos con una vida corta de uso. Ahora, si lo suyo es más un producto del diario, la comunicación directa con el consumidor es fundamental.
Lo que invita a vivir la marca al consumidor en primera persona siempre asegurará su atención y fidelidad como lo hace HEINZ, por nombrar alguna. La marca de kétchup fue astuta y encontró la fórmula para generar experiencias que afectan directamente al consumidor con el uso de su producto, o incluso creando nuevos productos para hacer les consumo algo más divertido.
Ahora vamos al mercado nacional, y es inevitable caer en el tan usado ejemplo de la hamburguesería ‘Vicio’. Si sales a la calle, poco encuentras de su marca, mientras que sus competidores inundan los espacios publicitarios. Alex Puig y su equipo deciden invertir en sus ideas, experiencias y arriesgar. El resultado lo conocemos todos. Sin ser la mejor propuesta en el mercado, con un ranking medio de calidad, logró captar la atención del consumidor y hoy ser líder en ventas en las principales plataformas de delivery. Una ecuación perfecta; invierto en mi marca, hago que todos hablen de ella de manera gratuita, pago lo justo en paid. La fórmula no es exacta, no siempre sale bien pero no pierden nada intentando, las marcas tienen perdón instantáneo.
En definitiva, si queremos resultados, debemos invertir más en las ideas y arriesgar. De lo contrario, seguiremos malgastando altos presupuestos en la búsqueda del reconocimiento. No haremos una diferencia económica, si no hacemos una diferencia en la vida de los consumidores.
Sebastián Sánchez, Chief Creative Officer de Manifiesto