En la industria de la publicidad digital, estamos muy enfocados en la eficiencia, la creatividad y la conversión. Estos objetivos son importantes, pero estamos dejando de lado algo esencial: la sostenibilidad. Existe una nueva normativa que transformará nuestra industria más de lo que creemos, y lamentablemente, aún no nos estamos preparando de manera adecuada.

La Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) es un cambio regulatorio clave que muchos en el sector están pasando por alto. Este desconocimiento tiene consecuencias. La CSRD ya está impactando a empresas en toda Europa, y si no tomamos medidas ahora, podríamos enfrentarnos a problemas significativos. En la mayoría de los mercados, la inversión en publicidad es predominantemente digital; en el caso del mercado español, un 67% del total con los últimos datos publicados por IAB Spain, lo que también implica una mayor generación de emisiones. Aunque a menudo no lo consideremos, la publicidad digital contribuye considerablemente al impacto medioambiental, y no podemos seguir ignorándolo. Según un estudio de la consultora “fifty-five” publicado en 2022, una campaña tipo de publicidad digital, incluyendo la producción y la distribución, emitía 323 toneladas de CO2eq, lo que supone las emisiones totales de 16 personas en un año.

Las grandes plataformas, agencias y otros actores clave de la cadena de valor se verán impactados por la CSRD, si no este año, definitivamente el próximo. ¿Cómo nos impactará exactamente? De dos formas: primero, porque nuestros clientes, especialmente los grandes, necesitarán reportar sus emisiones de Scope 3 y nos lo exigirán como parte de su cadena de suministro; segundo, porque nuestro propio volumen de negocio podría llegar a un punto en que la normativa nos aplique directamente.

Esto no es una amenaza; es una llamada a la acción. La sostenibilidad no es solo un eslogan bonito para la visión corporativa o un apartado para llenar en el informe anual. Es una realidad que afecta a todos los sectores, y nuestros clientes empezarán a exigir pruebas concretas de que estamos haciendo algo para reducir nuestras emisiones. Entonces, ¿qué podemos hacer? Como industria, necesitamos entender cómo esta directiva afecta a nuestro negocio. Debemos aprender a calcular nuestra huella de carbono, implementar medidas para reducirla y ser transparentes en el reporte de las emisiones a lo largo de toda la cadena de valor.

La industria publicitaria siempre ha sido flexible y resiliente. Hemos sido capaces de adaptarnos a cambios tecnológicos, a nuevas formas de comportamiento del consumidor y a la evolución constante de los modelos de negocio. Ahora enfrentamos un nuevo reto, pero también una gran oportunidad: demostrar que podemos ser responsables con nuestro impacto ambiental. No es una moda ni una tendencia pasajera, es una necesidad, y aquellos que se adapten rápidamente obtendrán una ventaja competitiva significativa.

Es momento de incluir la sostenibilidad en nuestros propósitos para 2025. Debemos comenzar por medir nuestras emisiones y por educarnos como sector sobre lo que implica ser sostenible en publicidad digital. Si lo hacemos bien, no solo cumpliremos con una normativa, sino que construiremos una industria mejor: una industria que sea innovadora, no solo en creatividad y tecnología, sino también en responsabilidad y compromiso ambiental.

¿Vamos a permitir que la directiva nos tome desprevenidos o vamos a actuar con anticipación? El reto está sobre la mesa, y un excelente propósito para 2025 sería empezar a tomarlo con toda la seriedad que merece.

David Lahoz, socio fundador de Naurus.eco