A medida que el espacio de las Apps móviles madura y se consolida, uno de sus primeros “jugadores” se tambalea. Smaato acaba de nombrar a su cuarto CEO en un año después de despedir al 10% de su plantilla.

La plantilla total ha bajado un 20% desde principios del año pasado, pasando de 240 a 190 empleados. El propietario de Smaato, la empresa de marketing china Spearhead, ha pedido a Ajitpal Pannu, que vuelva y asuma el role de CEO. Ajitpal trabajó en el SSP móvil durante casi cuatro años y se fue a principios de 2017 debido a diferencias con el fundador de la compañía. Ahora se tiene que centrar en dar impulso al mercado estadounidense y abordar los desafíos a los que se enfrenta la empresa.

Los desafíos de Smaato son numerosos. El desafío económico es el más apremiante, y la razón detrás de los despidos, es que el anterior liderazgo de la empresa aumentó los costes, incluido el de empleados, en función de las cifras de crecimiento proyectadas que no logró cumplir. "Tenemos que reducir la grasa y optimizar nuestro negocio", dijo Pannu ya que “la empresa operaba como una empresa de 500 millones a 1000 millones de dólares pero la estructura no estaba alineada con los ingresos ”.

Otro desafío ha sido el de los frecuentes cambios en el liderazgo durante el año pasado. El cofundador Ragnar Kruse dejó la compañía en junio de 2019, exactamente dos años después de que Spearhead adquiriera la compañía por 148 millones de dólares.

El presidente de Smaato, Arndt Groth, asumió el cargo de CEO después de la marcha de Kruse, pero duró unos pocos meses. El CRO Glenn Fishback se convirtió en CEO interino a principios de diciembre cuando el propietario chino Spearhead buscó un nuevo líder. Pannu se centrará en hacer que Smaato sea relevante para el mercado estadounidense nuevamente.

Con sede en San Francisco, trasladará más personal de Smaato y operaciones comerciales a los Estados Unidos ya que aunque la sede central de la compañía siempre ha estado en San Francisco, los altos directivos y la mayoría del personal trabajaban en Hamburgo.

Veremos si es el último cambio o si siguen con su caída en picado.