Sam Altman, el ejecutivo detrás de ChatGPT, pide al Congreso de EE.UU. que regule la IA
Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, testificó ayer ante el Comité Judicial del Senado de EE.UU. para rendir cuentas de su trabajo en la empresa que revolucionó el panorama tecnológico al presentar el gran modelo lingüístico GPT-4 en el que se basa ChatGPT, la herramienta de inteligencia artificial que ahora está en boca de todos.
Altman, que era la primera vez que testificaba en el Senado, recibió una calurosa acogida por parte del Capitolio, como apuntan algunos medios. Aunque los legisladores expresaron su profunda preocupación por el desarrollo de la IA, no trataron a Altman como un adversario de la industria y de la sociedad, según recoge Quartz.
El periodista del Washington Post Cristiano Lima calificó la audiencia de "mucho menos combativa" que los debuts en el Congreso de Mark Zuckerberg, consejero delegado de Meta; Sundar Pichai, consejero delegado de Alphabet; Jeff Bezos, fundador de Amazon, o Jack Dorsey, cofundador y ex consejero delegado de Twitter.
Si bien ahora el debate giraba en torno a la IA generativa y sus límites, las redes sociales también han sido objeto de crítica en el Congreso estadounidense, que se ha mostrado duro en numerosas ocasiones con los máximos responsbales de las plataformas, especialmente, por la recopilación de datos y la invasión de la privacidad de los usuarios.
"El trato que está recibiendo Altman no tiene nada que ver con el que han recibido los ejecutivos de las redes sociales", escribió en Twitter la periodista especializada en tecnología Issie Lapowsky.
Sam Altman lanza una petición al Congreso estadounidense
En el transcurso de la audiencia, Altman hizo algo que muchos otros ejecutivos tecnológicos ya han hecho: pedir que se regule su sector. “Es esencial regular la inteligencia artificial, y que esas normas garanticen que el público acceda a los muchos beneficios de esta tecnología”, dijo. "Mi peor temor es que causemos un daño significativo al mundo. Si esta tecnología sale mal, puede salir bastante mal", alertó.
En este sentido, Altman propuso un régimen regulador que incluyera una agencia totalmente nueva para regular la IA y conceder licencias para el desarrollo de modelos a gran escala, así como requisitos de auditoría y pruebas independientes.
No obstante, pese a su insistencia en regular la IA, recalcó las ventajas de ChatGPT y otras herramientas similares que están potenciando la creatividad y aumentando la efectividad en muchos ámbitos de trabajo. “Creemos que podemos y debemos trabajar juntos para identificar y gestionar las posibles desventajas y que todos podamos disfrutar de las tremendas ventajas”, terminó.
Fuente: Quartz