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La justicia de EE.UU se plantea que Google tenga que dividir sus negocios

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con varios fiscales generales de distintos estados, está evaluando medidas para corregir las violaciones antimonopolio cometidas por Google, tras el reciente fallo que determinó que la empresa ha mantenido ilegalmente un monopolio en el sector de búsquedas online. Entre las opciones que se están barajando se encuentra el desmantelamiento total de Google, tal y como lo conocemos actualmente, una medida que alteraría el panorama de la industria publicitaria digital, valorada en 300.000 millones de dólares. Esta medida podría incluir la separación clave como el navegador Chrome y el sistema operativo Android, que han sido piezas fundamentales en el dominio de Google sobre el mercado.

Algunos funcionarios del Departamento de Justicia están considerando qué medidas solicitar a un juez federal para limitar el poder de Google, y según fuentes cercanas al proceso, se están discutiendo diversas propuestas. Estas incluyen la obligación de Google de compartir sus datos con competidores o la prohibición de acuerdos que convierten a su motor de búsqueda en la opción predeterminada en dispositivos como el iPhone.

Estas deliberaciones, aunque en una fase inicial, reflejan la gravedad con la que el gobierno está abordando el poder de las grandes tecnológicas en la era moderna de internet. El fallo reciente, que declaró a Google como monopolista, ha planteado serias preocupaciones sobre el dominio de los gigantes tecnológicos, no solo sobre Google, sino también sobre otras empresas como Apple, Amazon y Meta.

El juez estadounidense Amit P. Mehta, quien supervisa el caso, ha solicitado al Departamento de Justicia y a Google que presenten un proceso para determinar las soluciones adecuadas antes del 4 de septiembre, con una audiencia programada para el día 6 donde se discutirán los próximos pasos.

Este caso antimonopolio contra Google tiene profundas implicaciones para la industria tecnológica. Si el juez Mehta decide a favor de las propuestas que sugieren dividir la compañía o limitar sus prácticas comerciales, podría reconfigurar el núcleo del negocio de Google, que generó 175.000 millones de dólares en ingresos solo el año pasado. Además, las decisiones tomadas en este caso podrían sentar un precedente para otros casos antimonopolio que enfrentan actualmente otras grandes tecnológicas.

Según informe The New York Times, Google ha anunciado que planea apelar el fallo, mientras que el Departamento de Justicia sigue evaluando las posibles medidas a tomar. En el centro de este caso se encuentran los acuerdos multimillonarios de Google con empresas como Apple y Mozilla, que han asegurado que su motor de búsqueda sea el predeterminado en dispositivos y navegadores, una práctica que, según el juez Mehta, ha reforzado el dominio de la compañía en el mercado.

DuckDuckGo, un motor de búsqueda más pequeño que ha alegado que su crecimiento ha sido obstaculizado por las prácticas de Google, ha propuesto varias soluciones, como la prohibición de acuerdos predeterminados y la creación de una supervisión independiente para garantizar la competencia justa en el mercado ‘online search’. Estas propuestas subrayan la necesidad de intervenciones para corregir el desequilibrio competitivo que Google ha creado a lo largo de los años.

Una encuesta realizada por Digiday entre profesionales del sector, incluyendo personal de agencias, especialistas en marketing, retailers y publishers, reveló que un tercio de los encuestados (33%) cree que Chrome reemplazará a Google Ads Manager si el Departamento de Justicia persigue una desinversión adicional del stack publicitario de Google. Además, un 31% pronosticó una pérdida en los ingresos de los publishers, mientras que el 35% anticipó que rivales independientes participarían en una "lucha AdTech" en caso de una desinversión.

La posibilidad de que Google ofrezca una desinversión voluntaria también fue discutida en el la encuesta, donde poco más de la mitad de los encuestados (54%) consideraron que Google no ofrecería tal concesión. Sin embargo, un 21% cree que se están preparando para tomar esa deicisión. Mientras tanto, un 71% de los participantes en la encuesta opinó que Google podría llegar a un acuerdo con las autoridades antimonopolio antes del juicio, aunque cerca de un tercio piensa que la compañía preferirá arriesgarse y defender su posición en la corte.

Durante el mismo período del estudio, fuentes del sector mencionaron que el equipo legal de Google había ofrecido concesiones, como permitir que plataformas de demanda de terceros pujen en su inventario de YouTube, un privilegio que Google había revocado en 2015. Sin embargo, dichas ofertas fueron aparentemente rechazadas por las autoridades.

Posibles resultados de la división de Google

El escenario de una posible división de Google plantea varios resultados potenciales que podrían reconfigurar la industria tecnológica y publicitaria. La separación de Chrome y Android de Google podría debilitar la integración que actualmente fortalece el ecosistema de Google, impactando negativamente en la monetización de sus productos y en su capacidad para ofrecer una experiencia unificada a los usuarios.

Otra posibilidad es que Google se vea obligada a compartir su vasto conjunto de datos con competidores, lo que podría nivelar el campo de juego en la publicidad digital, fomentando una mayor competencia y reduciendo los costos publicitarios. Esto permitiría a competidores más pequeños, como DuckDuckGo, acceder a herramientas y datos que hasta ahora han estado dominados por Google.

Independientemente de cómo se desarrolle el juicio o de cualquier posible acuerdo, el resultado tendrá un profundo impacto en el sector. Las comparaciones con las batallas antimonopolio entre Microsoft y el gobierno de los Estados Unidos a finales de los 90 y principios de los 2000 son inevitables, ya que se cree que estos conflictos consumieron enormes recursos de Microsoft y llevaron a una ralentización en el desarrollo de sus productos durante varios años.

La industria tecnológica se enfrenta a un momento crucial, y las decisiones que se tomen en este caso no solo afectarán a Google, sino que también podrían redefinir las reglas del juego para todas las grandes tecnológicas involucradas, marcando un punto de inflexión en el control del poder en el ecosistema digital.