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¿Es la IA una amenaza para el periodismo o la tecnología se destruirá a sí misma?

El medio australiano News Corp utiliza IA generativa para producir 3.000 noticias locales la semana. No es el único. Los medios de comunicación de todo el mundo utilizan cada vez más la IA para generar contenidos. En este artículo de opinión, la experta en tecnología Samantha Floreani analiza cuál es el presente y el futuro que le espera al periodismo y a la IA.

Los grandes modelos lingüísticos como GPT-4 no producen hechos, sino que predicen el lenguaje. Algunos consideran ChatGPT como una "máquina automatizada de chismorreo", a menudo equivocada, pero siempre segura de sí misma. Aunque se garantice la supervisión humana, hay que distinguir que el material generado de esta forma no es periodismo. Aparte de los problemas de inexactitud y desinformación, la lectura es complicada.

Las granjas de contenidos no son nada nuevo; los medios publicaban desinformación mucho antes de la llegada de ChatGPT. Lo que ha cambiado es la velocidad, la escala y la difusión. “Para bien o para mal, News Corp tiene un enorme alcance en toda Australia, por lo que su uso de la IA merece atención”, aclara Floreani. La generación de este material parece limitarse a la "información de servicio" local producida en masa, como las historias sobre dónde encontrar el combustible más barato o el estado del tráfico. Sin embargo hay que poner atención en ello, porque indica hacia dónde pueden ir las cosas.

Samantha Floreani cuenta que en enero el portal de noticias tecnológicas CNET fue sorprendido publicando artículos generados por IA plagados de errores. Desde entonces, muchos lectores se han estado preparando para una avalancha de información generada por IA. Mientras tanto, tanto los trabajadores de CNET como los guionistas de Hollywood se han sindicado y están en huelga para protestar, entre otras cosas, por los artículos generados por IA. Así pues, ¿ha llegado el momento de que los periodistas australianos se unan a la petición de regulación de la IA? se pregunta la periodista.

El uso de la IA generativa forma parte de un cambio más amplio de las principales organizaciones de medios de comunicación, que pasan a actuar como plataformas digitales ávidas de datos, optimizadas algorítmicamente y desesperadas por monetizar la atención del público. La oposición de medios de comunicación a reformas cruciales sobre la Ley de Privacidad, que ayudarían a impedir este comportamiento y a protegernos mejor en línea, deja muy clara esta estrategia. El antiguo problema de la disminución de los beneficios de los medios tradicionales en la economía digital ha llevado a algunos medios a adoptar el modelo de negocio del capitalismo de la vigilancia de las plataformas digitales.

¿Qué ocurrirá cuando la web esté dominada por tantos contenidos generados por la IA que los nuevos modelos no se entrenen con material creado por humanos, sino con resultados de la IA?

Es lo que Jathan Sadowski ha bautizado como “IA de los Habsburgo”, en referencia a una dinastía real europea endogámica. La IA de los Habsburgo es un sistema tan entrenado en los resultados de otras IA generativas que se convierte en un mutante endogámico, repleto de rasgos exagerados y grotescos.

Resulta que las investigaciones sugieren que los grandes modelos lingüísticos, como el que impulsa ChatGPT, se colapsan rápidamente cuando los datos con los que se entrenan son creados por otras IA en lugar de material original de humanos. Otras investigaciones descubrieron que, sin datos frescos, se crea un bucle autófago, condenado a una disminución progresiva de la calidad de los contenidos. Un investigador afirmó que "estamos a punto de llenar Internet de blah". Los medios de comunicación que utilizan la inteligencia artificial para generar una enorme cantidad de contenidos están acelerando el problema. Pero tal vez esto sea motivo de un oscuro optimismo: el desenfrenado contenido generado por IA podría sembrar su propia destrucción.

La IA en los medios de comunicación no tiene por qué ser una mala noticia. Hay otras aplicaciones de la IA que podrían beneficiar al público. Por ejemplo, puede mejorar la accesibilidad ayudando en tareas como transcribir contenidos de audio, generar descripciones de imágenes o facilitar la conversión de texto a voz. Son aplicaciones realmente apasionantes.

"Subir una industria mediática en apuros al carro de la IA generativa y el capitalismo de vigilancia no servirá a los intereses de Australia a largo plazo" asegura Floreani. "Los habitantes de las regiones merecen una información mejor, auténtica y local, y los periodistas australianos merecen protección frente a la invasión de la IA en sus puestos de trabajo. Australia necesita unos medios de comunicación fuertes, sostenibles y diversos que pidan cuentas a los gobernantes y mantengan informada a la población, en lugar de un sistema que reproduzca los males exportados desde Silicon Valley" concluye la periodista.

Fuente: TheGuardian