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Ponga un algoritmo en su vida… Episodio 6

Recuerdo bien cuando el único algoritmo del que se hablaba era el de Google. No hace tanto. De hecho, en este siglo. Sin embargo, de unos años a esta parte no hay empresa tecnológica o herramienta digital que no se venda incluyendo “un algoritmo de inteligencia artificial que permite hacer cosas fantasticulares”. Fe no me nal.

De hecho, cuando lo explicamos parecemos diseñadores de algoritmos y convertimos el proceso en algo tan sencillo como poner una lavadora. Tenemos genios en nuestros equipos que han nacido para triunfar en Inteligencia Artificial. Yo mismo que soy de letras a veces parezco un científico de Nobel.

Lo cierto, es que el desconocimiento general es tan amplio que alimenta la osadía. Vivimos entre decisiones algorítmicas y realmente no sabemos ni cómo nos perfilan ni cómo nos afecta en nuestro día a día. Eso conlleva un riesgo y un peligro altísimos.

Sin entrar en el debate de exageraciones y venta con “overpromise“ ( esta palabra es que me encanta en inglés, disculpad), considero que no entendemos ni las connotaciones ni el impacto que implican el uso de algoritmos basados en nuestros datos personales para hacernos más fácil y, tristemente, más difícil nuestras vidas. Hemos dado por sentado que el proceso de identificar, perfilar, comprender y, finalmente, predecir es coherente, justo y útil. Se están tomando decisiones sobre seres humanos sin que sean conscientes y permitimos que se apliquen baremos de masa, relegando la individualidad que tanto defendemos en otros foros, mientras defendemos estrategias de ultrapersonalización.

Se decide quien merece disfrutar de un crédito, quien puede acceder a las condiciones de una póliza, quien puede beneficiarse de un precio determinado por la compra de un bien, quien tiene las capacidades para acceder a un puesto de trabajo, etc… aplicando unas reglas sobre unos datos que en muchos casos son inferidos y altamente sesgados.

Sencillamente, se ha creado un statu quo en el que preferimos usar un algoritmo en vez de preguntar directamente. Quizá es más cómodo y eficaz ya que evitas subjetividades. Pero… por qué no complementarlo con la opinión de la persona afectada?

¿Por qué no utilizamos data originada desde la transparencia y la CONCIENCIA PLENA?

No debemos olvidar que por muy afinado que tengamos un algoritmo van a existir sesgos y errores. No es una panacea. No es verdad absoluta. Algunos gurús lanzan afirmaciones demasiado rotundas sobre las bondades de según qué modelos predictivos sin dejar abierta la puerta al error y eso es, precisamente, un ERROR.

¿ Cómo podríamos mejorar las prestaciones de los algoritmos ? ¿ cómo conseguir que sean fiables, inclusivos y humanos ? Sí, eso es: añadiendo Zero Party Data en la ecuación. Esa la base de la Inteligencia Artificial Explicable ( XAI ) que permite no sólo entender quien tiene nuestros datos personales, para qué los usa y CÓMO los usa.

La verdadera ( r ) evolución del tratamiento de datos a nivel algorítmico reside en incluirnos a nosotros en la cadena.

Inteligencia Artificial Humana.